Mi encuentro con Aharon Appelfeld

El Festival International de Escritoires, Jerusalem, mayo 2010.

Aharon Appelfeld y Nicole Krauss conversando sobre su judaísmo, vidas y obras.



En Mishkenot Sha’ananim, en Yemín Moshe, el primer vecindario construido en las afueras de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalem, se llevó a cabo el Festival Internacional de Escritores. En el Centro de Conferencias se dieron cita renombrados escritores israelíes y de otras partes del mundo. Dado mi complicado horario de clases en la universidad, no pude asistir a la mayoría de estos encuentros; no obstante, no podía permitirme el no asistir al encuentro entre Aharon Appelfeld y la escritora Nicole Krauss el pasado 6 de mayo. En dicho encuentro ambos escritores conversaron acerca de su judaísmo, vidas y los personajes de sus obras. Al escuchar a Appelfeld, gratos recuerdos regresaron a mi memoria, aquella tarde en Mishkenot Sha’ananim.

Volver nuevamente a ver a Aharon Appelfeld, ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en Israel desde mi llegada en enero de 2010. La primera vez que vi y escuché a Aharon Appelfeld fue como estudiante en el Chaim Greenberg College aquí, en Jerusalem, en 1973. Para esa época él era mi moré de prosa. Recuerdo su suave voz cuando nos narraba historias sobre el holocausto, cómo él escapó cuando era apenas un niño, qué le sucedió a sus padres, aún recuerdo la descripción que hizo sobre la vida bohemia en Tel Aviv, sus experiencias como “hijo adoptado” y sus experiencias cuando llegó a Israel. Además de todas estas historias, leíamos algunas de sus obras y las analizábamos, escuchando la opinión de boca del mismo protagonista.

Nuestra niñez y nuestras experiencias de ese período de nuestras vidas, las tuyas [lector] y las mías propias, no son ni la sombra de lo que Appelfeld experimentó durante su “niñez”[1] Su “niñez”, tal como el escritor la describe es el Holocausto tal y como lo conoció a la edad de 8 años y hasta los 12. “Era mi desespero y mi alegría”, “Yo estaba aterrado, pero también era un niño”. “Yo fui adoptado por criminales en el bosque al que llegué cuando escapé… allí aprendí mucho”. Las experiencias -como nos las describía Appelfeld-lo enriquecieron. The estas experiencias, él aprendió a sobrevivir, a ser lo que es hoy. “Las experiencias que tú tienes cuando eres niño -dice- se plantan en tu ser para siempre, y te acompañan toda tu vida”. Después de que su madre fue asesinada, su padre enviado a campos de trabajo forzados él supo que jamás volvería a casa o/y ver a sus padres. “Jamás podré ser el niño que mis padres soñaron que fuera”.

Aharon Appelfeld habla sobre sus experiencias:



Aharon Appelfeld cuando me da una de sus obras autografiadas y nos despedimos con un lehitraot [hasta pronto].




“El Holocausto es un acontecimiento central en la vida de muchas personas, pero también se ha convertido como una metáfora en nuestro siglo. Es algo permanente de lo que siempre se hablará y escribirá. Aparte de eso, en Israel cada uno lleva una historia biográfica en lo más íntimo y profundo de su ser” (Aharon Appelfeld)

[1]He colocado esta palabra entre comillas, puesto que ella, que usualmente es algo especial y tierno, y solo trae recuerdo sutiles; para este escritor, la “niñez” no asoma ni siquiera la dulce imagen que supuestamente debería tener este vocablo.

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